La hiperhidrosis o sudoración excesiva es una afección muy común tanto en hombres como en mujeres. Los pacientes padecen un exceso de transpiración de la piel que se traduce en sudoración incontrolable e impredecible, según su gravedad puede llegar a producir serias dificultades en su día a día en las relaciones sociales y laborables afectando a su autoestima.

Los pacientes que sufren de este problema poseen glándulas sudoríparas hiperactivas en axilas, manos y pies cuya sudoración es incontrolable y puede conllevar una gran molestia, tanto física como emocional.

¿Qué lo causa?

La causa es desconocida, unos pacientes sufren de Hiperhidrosis localizada y otros no aunque es evidente que existe una hiperactividad simpática y exceso de respuesta sudomotora ante situaciones de tensión y nervios.

También se pueden sufrir estos síntomas de forma más generalizada en otras partes del cuerpo y aparecer en diferentes momentos de la vida del paciente. Se encuentra relacionada a distintos hábitos, enfermedades o problemas (ejemplos: menopausia, ciertas drogas o medicamentos, problemas de tiroides, tumores, etc.)

Siempre ante cualquier signo o sospecha de Hiperhidrosis es aconsejable visitar a un especialista que estudie su caso para obtener un diagnóstico preciso.

¿En qué consiste el tratamiento para los problemas de Hiperhidrosis?

Es un tratamiento cómodo y eficaz. Utilizamos una aguja muy fina por la que se introduce la toxina justo debajo de la piel y cerca de las glándulas sudoríparas. No es doloroso y se suele tolerar sin anestesia, aunque se puede hacer uso de ella.

Puede aplicarse en palmas de las manos, pies y axilas, actúa como un inhibidor bloqueando las señales nerviosas que deben recibir las glándulas sudoríparas. Así se disminuye e incluso desaparece la sudoración, haciendo de esta toxina la solución perfecta para acabar con la hiperhidrosis sin necesidad de hospitalización ni tiempo de recuperación además el tratamiento puede realizarse en cualquier época del año.

¿Cuánto dura el tratamiento?

La sesión del tratamiento suele durar una hora y los efectos son visibles muy rápidamente (entre 2-7 días) y se alargan durante medio año, más o menos.

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